martes, 25 de julio de 2017

Respiración lenta... Eso de vivir o morir en el intento...


Quizás la felicidad no es para mi. Veo a la gente riendo a carcajadas, los veo disfrutar cada segundo de su vida a veces bien, a veces no tan bien a veces mejor, pero con ganas de saber qué deparará el mañana, mientras yo, la que ama, la que se entrega, la que siempre espera... me siento atrapada en un túnel sin salida.

Quizás la felicidad no es para mi, quien sabe, quizás el amor tampoco. 


Mi primer gran amor murió un viernes en cuarto creciente y creo que desde entonces, desde ese día cuando finalmente lo desconectaron de la máquina que lo mantenía tibio (porque su alma había partido hace mucho); no ha habido un instante en el que no me sienta profundamente sola, perdida.

Yo no tengo consejos para ustedes, yo no soy más valiente que nadie, a veces siento que no puedo más y quisiera solo darme por vencida, el universo me ha estado jugando bromas desde hace años y la única señal que parece clara es que nada tiene sentido; que quizás simplemente, la felicidad no es para mi, como que me grita "dejala de perseguir ya, no existe"

¿Con qué se llenan los vacíos del alma? ¿Con canciones quizás?... con gente, con bulla, con gritos, con comida, con palabras de aliento... no, nada de eso ayuda, eso disfraza la tristeza profunda pero no la hace desaparecer.

Resultado de imagen de payaso llorando pinturaPensé en escribir un libro, pero luego de unas pocas frases me di cuenta que sonaría a novela barata, llena de odios, reconcores y dolores que parecen imposibles de pertenecer a la misma historia de vida, y todo, mientras uno sonríe.

Lo lamento, no tengo palabras de aliento hoy, estoy sostenida de un hilo de la mano de mi hija cuando absolutamente todo lo demás parece venirse a bajo poco a poco y muy lentamente, como para que duela más ver el trabajo de años destruirse a cada instante. Quiero verla crecer, necesito verla crecer, ella va a ser mi gran historia de éxito, no necesito nada más... Puedo ser feliz a través de su mirada.

No puedo ser un estandarte de la lucha contra el perro negro, no puedo porque me ha dejado varias heridas sangrantes, profundas y dolorosas. No puedo porque en días como hoy solo quisiera que me atacara de una vez por todas y se dejara de tantos juegos.

Si una persona más me dice que me acerque a Dios voy a gritar!!! Lo tengo cerca, le agradezco todas las mañanas y ruego perdón por mis pecados todas las noches, está en mi vida, en mis actos, en mi corazón. Que alguien le informe a mi mente por favor, porque mi corazón ya lo sabe.

No tengo nada bueno que decir, cada quien vive sus luchas y gana o pierde sus batallas, si mi historia ayuda a alguien pues me siento bendecida, imagino que habrán otros que la criticarán a morir, pero igual me siento bendecida porque significa que no hay caminado ni un paso en mis zapatos y me alegro mucho por ellos. Quizás la felicidad es sólo para ellos, y no para mi.

Hoy soy yo la que llora y pide ayuda a gritos con el alma desnuda, el estómago en la mano y el corazón en la boca. Quizás la felicidad no es para mí, quizás el amor o eso de vivir tampoco. 



martes, 23 de mayo de 2017

El día que perdí la cordura...


Uno simplemente no puede empezar a hablar de depresión y luego dejar el tema abandonado, me disculpo por eso. Me hicieron creer que hablar sobre el tema solo abría mis propias heridas en lugar de cerrarlas; cuando en realidad, era que mientras yo hablaba sobre el tema, ellos se miraban al espejo y se avergonzaban de sí mismos, de mi. De la realidad. Así que estoy de regreso, haciendo catarsis con ustedes.



¿Cómo están? ¿Qué ha pasado?, ¿Cómo se han sentido?... ¿Siguen todos aquí conmigo, dando la lucha?. 

Pues mi carga no se ha alivianado, sigo teniendo días grises y noches de sueño interrumpido por pesadillas agobiantes. Sigo queriendo desaparecer en ocasiones, pero sigo acá, avanzando poco a poco y con pasos no tan seguros, pero voy. Hoy estoy, aunque debo confesar, que tengo varias semanas ya de estar caminando sobre cristales rotos. Me ha costado más que nunca sobrevivir. 

Hace un par de semanas perdí al cordura, y no voy a justificarme porque simplemente no hay razón alguna para lastimar a otros emocionalmente, ni mucho menos físicamente. Yo, solo puedo decir que hay que saber cuando irse, cuando recoger los pedazos del alma, guardarlos en una bolsa y llevárnoslos a otro sitio; y no exponernos más a situaciones de riesgo. Levantar la cabeza y dar la batalla por terminada. Sacar la bandera blanca y llevarnos al menos nuestra dignidad. 

Quienes tenemos situaciones particulares, ya sea emocionales o mentales debemos tener mucho cuidado en cómo vivimos nuestras vidas y con quien la compartimos. Evidentemente somos mucho más vulnerables y atraeremos con mucha más facilidad a quienes se alimentan de nuestras debilidades; a otros como nosotros; por eso nos toca trabajar más, estar alertas,  identificar y protegernos. Tenemos suficiente con nuestra propia pena.

 
 



A mi me cuesta darme por vencida. Mis amigos dicen que soy una bretedora incansable que simplemente sigue y sigue hasta conseguir lo que quiere, yo digo que 
soy testaruda. 








El día que perdí al cordura aprendí tanto de mí misma que me asustó.  Pude ver hasta donde puedo llegar y dónde jamás quiero regresar. Aún tengo vergüenza, pero toca asumir toda esa emoción y transformarla en responsabilidad. Me hago responsable por lo que hice y me disculpo con mi ser completo. 

Perdí la cordura, entre tanto dolor y tanta indiferencia se me nubló la vista, alejé a mis amigos y me aislé, me encerré en si misma y me ahogué (o traté de hacerlo), me fui cargando de negatividad y sin tener como sacarla de mi ser, se me fue opacando la mirada y resecando la piel... hasta que un domingo cualquiera estallé; y nada justifica eso. Nuestra lucha es nuestra y tenemos que aprender a llevarla nosotros, no es tarea de nadie más. 

Hoy, luego de semanas de estar sumergida en aguas estancadas, de no dormir, de sentir tanta presión en el pecho que hasta me cuesta respirar; hoy logro salir a flote por primera vez. 

Bienvenidos al primer día después de mi peor crisis!
Que este sea tu primer día también...




Intracepcion: "Aquellos que procesan el mundo a través de sentimientos y emociones"
Término desarrolaldo por H A Murray