viernes, 1 de enero de 2010

Amanecer sin Rivotril



Quisiera que entendieras cuanto lloré.
Caminé meditabunda, pero sin pensamiento alguno en mi cabeza.
quisiera que supieras cuantas veces me pregunté qué hice mal...

El derecho de verte grande y victorioso, me pertenecía solo a mi, a la que lloró las noches sola y pasó los días en abandono. El derecho de verte brillar era solo mío, y así de fácil te lo llevaste un martes de setiembre en un camión prestado y con la ayuda de un desconocido.

Y yo me hundí poco a poco
y me deshice lentamente
me convertí en polvo y me dejé vencer
Me ahogué en alcohol robado
me tomé el botiquín completo y me sumergí en un sueño inducido por tu ausencia y Rivotril.

Quisiera que pudieras ver mi color mas allá de la piel
quisiera que entendieras que a pesar de mis torpezas siempre fuiste la voz en mis canciones
cerrar este capítulo y estabilizar mi espíritu sin 3 pastillas al día ha sido lo más duro en esta vida.

El derecho de verme levantarme te pertenecía solo a vos, pero lo ignoraste
El derecho de verla abrir esos ojos enorme más grandes que su rostro lo desaprovechaste
No más enredos de piernas, cosquilleos en la espalda, ya no hay tiempo para clásicos

Y yo me hundí poco a poco
y me deshice lentamente
me convertí en polvo y me dejé vencer
Me ahogué en alcohol robado
me tomé el botiquín completo y me sumergí en un sueño inducido por tu ausencia y Rivotril.

Que ganas de dejarte ir, y amanecer mañana sin goma de vino viejo y pesadillas añejas
sin fusiones de Avishai con Salsa, o de música pesada con toques de soul.
Ella me merece presente y yo me merezco un año sin drama, sin grupos formados por iniciales ni portadas desnuda, sin managers desaparecidos dueños de mi nombre; y sin sueños rotos.

Tengo ganas de darlo todo para obtener lo que quiero. Quiero disfrutar del sexo aunque eso signifique tener menos, quiero comer rico aunque para mi rico sea un sandwich de queso.
Quiero darle a ella la vida que se merece y la mamá con la sueña, que canta, pero que siempre tiene tiempo para jugar a las muñecas.

Y yo me hundí poco a poco
y me deshice lentamente
me convertí en polvo y me dejé vencer
Me ahogué en alcohol robado
me tomé el botiquín completo y me sumergí en un sueño inducido por tu ausencia y Rivotril.

Ya nadie mas me va a quitar la felicidad de ser yo en las mañanas y más aún en las noches... sin importar con quien amanezca sobre estas sábanas rojas imitación Satín que me hacen sentir como en las nubes... aunque el colchón no sirva. Aunque ya no brinde con Champagne.

Ya no tengo más prescripciones de psicotrópicos, y se acerca la hora de despertar al mundo, ella, yo; una ilusión... pero sin vos... y sin Rivotril.

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